sábado, septiembre 23, 2006

Pascua del hermano Juan Cebrián: "Grandeza de alma"

En los emails de los exalumnos Maristas, el jueves pasado corría la noticia del delicado estado de salud del Hermano Juan Cebrián. Rápidamente se organizó una iniciativa: ir a verlo este domingo tipo 14:30 hrs.

El viernes en la tarde se dio la noticia de su partida al cielo. El Hermano Juan quería que lo fuesen a visitar muchas personas en su despedida de esta tierra, para juntar a tantos que tuvimos que ver con él como educador.

A mi curso nos tocó conocerlo en forma muy especial. Llegó al colegio y le tocó tomar diversas medidas que no fueron del agrado nuestro. Pasaba por el patio y nos dábamos vuelta en forma progresiva. ¡Cuán cruel puede ser uno por afectaciones personales y sin comprender las razones que hay tras de tal o cual medida! Él estoicamente pasaba una y otra vez como si eso no le afectara, mas sin dejar de tomar las medidas que había asumido.

Fue el 6 de Junio de ese año 1967, cuando queríamos cambiar la semana del colegio y el Hermano Sixto insistía en seguir con los juegos típicos que se realizaban: ¡Huelga! y nos negamos a participar. Ese día, mientras los demás realizaban distintas actividades recreativas, nosotros estábamos en clases.

Allí llegó el Hermano Juan Cebrián a negociar con nosotros. Decisión final: Si para el día de San Juan nos encargábamos de hacer algo bueno, podríamos realizar un Festival de la Canción a final del año.

Cuando preparábamos una tarde la Celebración de San Juan (que fue una recreación no autorizada de "Blancanieves y los siete enanitos"), llegó el Hermano Juan, se arremangó la sotana y se puso a clavar unas tablas con nosotros: nos ganó por completo. En silencio, pero al lado nuestro, incluso aceptando algunos parlamentos un poco subidos de tono y con palabras que acá significan una cosa mas por aquellos lares hispánicos tenían otro significado. Y fueron colocados intencionalmente.

Trabajamos codo a codo y logramos tener nuestro Primer Festival de la Canción (ya no recuerdo si fue en Octubre o Noviembre). Estuvieron los Jockers, grupo que hacía furor en ese momento; el Pollo Fuentes recién salido del colegio y que también estaba en buena racha. Recorrimos muchos colegios (capeando bastante) invitando a alumnos y sobre todo "alumnas". Más de algún pololeo salió de aquel evento.

El Hermano Juan Cebrián celebró con nosotros y tuvimos todo su apoyo. Era en esas oportunidades cuando teníamos la posibilidad de conocerlos tal cual eran los hermanos, arremangadas las sotanas y trabajando al lado nuestro, como uno más y no siéndolo. Gracias Hermano Juan por esas bebidas y panes, cuando estábamos muy cansados y con hambre afanando para que todo quedara bien el día del Festival; gracias por conocerte en tu sencillez y grandeza de alma.

Estamos ciertos que Jesús y su Madre, han hecho un pequeño Festival para tu llegada al cielo, aun cuando no te gustan las fanfarrias.

Generación del '67

Rafael Mascayano

1 Comentarios:

A la/s 9/23/2006 3:44 p.m., Blogger Gerardo Donoso dijo...

Rafael:

¿Cuál es o era la diferencia? En tu relato pude entrar y ser parte de la escena.

¿Una educación martillo en mano o una educación en todo momento y no sólo en los 45 minutos de la hora de clases?

No se... ideas sueltas vienen a mi cabeza... extraño esa "apuesta" por los jóvenes...

Dejar que los jóvenes sean jóvenes y no viejos chicos.

Grandeza de alma en vez de un postítulo parece que es lo que ha hecho en el tiempo la diferencia. Más educación y menos exitismo.

Un hasta pronto Hno. Juan... y hasta mañana Rafael.

Gerardo Donoso Contreras

 

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