jueves, agosto 31, 2006

Y más sobre Antonio

Es lamentable enterarse de la partida de nuestro maestro en el arte de vivir y transmitir épocas pasadas, de un ser que formó parte de tu vida, que trató de hacer un mundo diferente por que el que enseña, que trata de por todo los medios que mantengas la atención, entregarte apasionarse con la vocación de distintas formas y ahora lo entiendo como padre tengo tres hijos y un nieto por venir.

Por eso creo que la virtud del que te dejó una enseñanza y la alegría de vivir, de enseñar, de compartir un pensamiento, en este caso como el profe que te envolvía en una época, y realmente fue el único que logró que yo no molestara en clases ni distrajera a los demás. Fue nuestro maestro de historia (subiéndose a los bancos, a la mesa, poniéndose el borrador como corona, de saltar como el chavo del ocho, recorrer cada puesto, de sentir su mano en mi cabeza y hacerte caballero de épocas pasadas, de mirarte a los ojos y no pestañear, por que es la verdad y todos sabemos que el que te mira directo a los ojos no tiene nada que esconder.

Navegaba con sus manos, recorría Europa, peleaba con espadas ficticias y con su cuerpo hacía de él una persona cursi pero agradable de atención para que no nos distrajéramos. Gran master de master, único en su categoría.

Por eso cuando uno es adolescente, tiene distintas metas y horizontes. Yo quiero manifestar a través de esta carta y compartir un sentimiento. Que como pocos del colegio recorrí todos los cursos, faltaban letras para cambiarme de curso por mi conducta (a, b, c), y en primero medio repetí.

Es decir, creo ser uno de los más conflictivos en conducta por que de la básica a la media, año tras año pasé condicional por mi forma de ser. No quiero decir malo, si no travieso, hiperquinético (mucha energía, se quita con deporte señores mucho deporte y no con pastillas Ritalín). Lo que les quiero decir, aunque ustedes no lo crean, yo después de 4° medio fui mucho al colegio, me sentía perdido, que algo faltaba de mi parte hacer y saben qué fue: pedir disculpas.


Ahora nunca es tarde, en todo orden de cosas, amigos, compañeros, profes, directores, donde ustedes estén: en casa, en el trabajo, en la compañía. Quiero decirles que somos formadores, somos profes, somos iglesia, siempre estamos enseñando y lo aprendimos de nuestros padres y de nuestro queridísimo colegio junto a sus profes.

La Enseñanza y el Cariño, es lo único que queda en la retina y por toda nuestra vida. Ni el dinero ni la posición, ni la pinta..., si no lo que eres como persona y con tu entorno.

Saludos a mi queridos profesores que están arriba, todavía guiándonos.

Daniel Quinteros Espinoza
Administrativo Contable

Tel: 439 8123 FAX: 439 8101


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