domingo, diciembre 21, 2008

Más Pablo Freire

martes, diciembre 16, 2008

Las siete miradas de Pablo Freire

lunes, diciembre 08, 2008

¿Maestra o tía?

Hace algunos días atrás, y ante la "sugerencia" de mi señora que "mis pantalones ya estaban muy brillosos"..., partí a comprarme ropa. De verdad que estaba decidido a hacerlo.

Busqué, busqué y me encontré con una librería que me llamó a mirar lo que adentro contenía. Débil de carácter, entré y me puse a ver uno que otro libro. Al sacar uno de Evaluación, cayó al piso un libro pequeño que estaba mal colocado. Al recogerlo vi que era "Cartas a quien pretende enseñar" de Paulo Freire.

Bueno, volví a la casa con ese libro y otro más, pero sin haber comprado pantalones nuevos. No es la primera vez que me pasa y no creo que sea la última... Era el terror de mi madre cada vez que me enviaba a comprar ropa y volvía con libros o un maletín que era lo que yo necesitaba.

Nuevamente Paulo Freire y a ver con qué me sorprendería esta vez y no dejó de hacerlo. A decir verdad, aun lo estoy leyendo pero no puedo dejar de pensar en lo verdadero que es esta situación de llamar tía a o tío a nosotros los profesores, perdiendo así nuestro rol más importante: el ser maestros, pedagogos.

No se trata de contraponer o de disminuir el rol de las "tía" que de por si es un rol muy hermoso, pero dice Freire "Enseñar es una profesión que implica cierta tarea, cierta militancia, cierta especificidad en su cumplimiento, mientras que ser tía es vivir una relación de parentesco. Ser maestra implica asumir una profesión, mientras que no se es tía por profesión." (p. 9)

Más adelante remarca: "Rechazar la identificación de la figura de la maestra con la de la tía no significa, en modo alguno, disminuir o menospreciar la figura de la tía; igualmente, aceptar la identificación no conlleva ninguna valoración de la tía. Por el contrario, significa quitarle algo fundamental a la maestra: su responsabilidad profesional de capacitación permanente, que es parte de su exigencia política." (p. 10)

Y así continúa profundizando en esta idea que encuentro realmente genial, ya que con el nombre de "tía" se le quita lo sustancial al profesor a la profesora: su rol de enseñar. No es solo el rol principal la del profesor(a) el acompañar con lo hermoso del parentesco que tiene la tía, ya que lo reduce a esa tarea sin dignificar la importancia de un profesional que debe luchar constantemente por ir más allá, para estar cada día capacitándose en la tarea de enseñar. El nombre de "tía" o "tío", no revela la calidad de un "profesional" que debe luchar día a día por prepararse, por hacerse cada vez más a sí mismo trabajando y construyendo conocimiento.

También lo plantea Paulo Freire, es el afecto con el conocimiento y el conocimiento con el afecto, pero no reducido solo a uno de ellos.

Dejo la invitación a leer más de este Libro "Cartas a quien pretende enseñar" de Paulo Freire, Editorial Siglo XXI, para así descubrir algunas pequeñas trampas que nosotros mismos nos hacemos en lo que es la dignificación del docente.

domingo, noviembre 16, 2008

Adictos al reconocimiento II

"Un campesino y su hijo llevaban un asno al mercado para venderlo. Iban padre e hijo a pie, para que el animal llegara menos fatigado a la feria.

Al poco rato encontraron unas mujeres, y una de ellas dijo:

–¡Miren qué hombres más tontos! Andan a pie, teniendo tan hermoso burro.

El campesino oyó estas palabras, y mandó a su hijo que se montara en el asno.

Después de haber andado algún tiempo, pasaron cerca de un grupo de ancianos que se mofaron de la acción del muchacho que iba montado mientras que su padre iba a pie.

El campesino entonces hizo que se desmontara el hijo, y subió él sobre el asno.

Más adelante hallaron un grupo de mujeres y de muchachos, que al verlos pasar dijeron:

–¡Qué vergüenza de padre! Muy cómodo en su asno, mientras que el muchacho va a pie, jadeante y cansado.

El padre, al oír esto, hizo que el muchacho montase al anca, y así montados los dos siguieron su camino.

Al buen campesino le parecía que había encontrado la manera de ir a gusto de todo el mundo, cuando un hombre que pasaba gritó, dirigiéndose al grupo:

–¿Cuál de los tres es el asno?

Sintióse el viejo muy mortificado con esta pregunta burlona, y el otro la explicó diciendo que era una barbaridad cargar de aquella manera a un animal tan pequeño y débil, y les hizo ver al padre y al hijo lo cansado que el asno estaba.

–Mejor sería que le llevaseis cargado hasta el pueblo próximo, para evitar que se muera en el camino.

El campesino creyó razonable este comentario, y entre él y su hijo buscaron un fuerte palo, ataron el asno a él, y tomando en hombros una extremidad el padre, y otra el hijo, fueron trabajosamente cargados con la bestia con dirección al pueblo.

Pero entonces se fue reuniendo alrededor de ellos como una procesión de gentes que se burlaban de las personas llevando a cuestas un burro.

–¡El mundo al revés!–gritaban en tono de mofa.

Por fin, al pasar por un puente, hizo un esfuerzo el burro para recobrar su libertad, asustado por tanto alboroto, y cayó al agua y se ahogó.

Por querer complacer a todo el mundo, perdió el pobre campesino su asno."


No recuerdo bien, si este cuento estaba en alguna de esa lecturas que leíamos en los texto FTD del colegio, o algún Hermano Marista nos la relató en más de alguna oportunidad. Lo cierto es que se me quedó profundamente grabada y me habla de que el "depender" de los comentarios de los demás, nos puede llevar no solo al asno sino a nosotros mismos al despeñadero.

Los comentarios de los que nos rodean "son importantes", nos ayudan a ver qué pasa con nuestras acciones, mas el centro de nuestras opciones está en nuestra capacidad de decidir en libertad. Una conciencia esclarecida, no impulsiva, no sujeta a la ignorancia y a la mera opinología, pero conciencia al fin y al cabo. Una capacidad de mirarse, de mirar, de escuchar, de optar y de reflexionar sobre si dicha opción fue la más acertada o no. Si no lo fue, tener la humildad de corregir, pero sin responsabilizar a otros sino a uno mismo de la decisión asumida.

Es muy normal hoy en día, el buscar recibir premios por lo que sea, el aplauso barato por cosas insignificantes realizadas, y si eso no está viene la depresión y el desgano: ¿Para qué lo voy a hacer si nadie me va a premiar?

¿Pero por qué te tienen que premiar por lo que legítimamente tienes que realizar? Una cosa es el "reconocer el trabajo realizado" y otra la búsqueda enfermiza por el "que nos reconozcan por cualquier cosa, cuando incluso era responsabilidad mía el haberla hecho". Pasamos de una práctica de "es tu deber" al otro extremo de "si no me reconocen no lo hago".

¿No les ha pasado a ustedes que muchas veces hay personas que te felicitan por una actividad y al poco andar te andan criticando a tus espaldas por lo mal de la misma?

Cuando me preguntan ¿cómo te fue con la conversación con tal o cual apoderado o profesor?, mi respuesta ya es: ¡me fue!. En más de alguna oportunidad me quedé feliz por los comentarios de ellos, en cuanto a cómo les había ayudado a tener las cosas más claras. Al poco andar llegaba alguien a decirme con cara de preocupado(a): ¿Qué pasó? Me comentaron estos papás que les habías dicho cosas que les habían molestado. ¡Exijo una explicación!!! Por eso, es que ahora solo digo: ¡No sé cómo me fue! ¡Que ellos digan qué sacaron en limpio! Por mi parte creo que hice todo lo que correspondía hacer y que me había preparado en conciencia para ello.

En nuestros alumnos también ha entrado esta cultura de "hay que felicitarlos por cualquier logro", y esto es en sí mismo algo pernicioso ya que los acostumbramos a que "funcionen por la zanahoria", no por lo que realmente están aprendiendo, por el real gozo del aprender y del fracaso en el aprender. Sí, muchas veces nuestra educación se centra en el "happy end", y no nos damos cuenta que en ciencia, arte, letras, hay muchos intentos "fracasados" para finalmente obtener logros concretos.

Ayer en la tarde escuchaba en un programa la trayectoria del grupo "La Noche", que realmente desconocía y que nada sabía de su existencia. Uno de ellos relataba su experiencia de esfuerzo, de cómo ensayaba día a día espués de su trabajo en el campo. Su señora todos los días le decía que dejara eso, ya que no tenía ninguna esperanza y él perseveró hasta que logró ingresar a este grupo y ahora son ampliamente reconocidos. La mayoría de los logros, vienen de la superación de muchos obstáculos y en momentos que nadie te felicita por ellos. ¿Qué hubiese pasado si se hunise retirado porque nadie lo premiaba?

¿Reconocer procesos o felicitar procesos?

Para un próximo comentario.




viernes, octubre 31, 2008

Adictos al reconocimiento: primera parte

Hoy, chateando con mi hija Fabiola, surgió una conversación muy interesante y que me parece bueno compartir. A esta edad ya mis hijos me confrontan y de esas conversaciones surgen nuevas y profundos pensamientos.

R.M.: Toc. toc..

F.M.: papito holaa

R.M.: ¿Cómo has estado?

F.M.: muy bien y ¿tú? ¿cómo va el feriado?
R.M.: Con harta pega, ya que estuvo el vicepredidente del High Scope internacional desde el lunes hasta ayer.
F.M.: uffffffff y ¿cómo les fue?

R.M.: Muy bien. El gringo (Clay) era muy capaz, inteligente, sencillo y con un muy buen sentido del humor.
F.M.: qué bueno y ¿aprendieron harto?
R.M.: Aprendimos que lo que tenemos y estamos haciendo es algo realmente importante. Insistió mucho en que "somos un equipo" y todos teníamos que trabajar unidos hasta en las presentaciones públicas a todos los profes. Esto cuesta porque estamos acostumbrados a que venga un gurú y nos diga si estamos bien o no, pero poco a trabajar juntos.

F.M.: claro que es lo más difícil. ¿vas a escribir algo en tu blog acerca de la experiencia?
R.M.: Sí voy a escribir en él. Hay un tema que me ha quedado dando vueltas y es el del reconocimiento. Lo titularé "adictos al reconocimiento".

F.M.: uuuuuu ese es un temaso, el otro día conversaba con mis compañeras sobre eso, además influye mucho los tiempos tan competitivos que corren y la inseguridad que muchas veces sentimos. Pero a la vez es muy importante sentirnos reconocidos
R.M.: Centramos mucho nuestro actuar sobre lo que los demás digan de nosotros y no desde nosotros mismos. No digo que no haya que tomar en cuenta el comentario de los demás, pero no depender de ello.

F.M.: claro, pero sabes ... hay algo que nos falta y es el paso intermedio, que es fundamental y son las tutor
ías del proceso. Desde que sepamos bien que es lo que nos piden hasta corregir los errores, la frustración muchas veces pasa porque no sabemos cómo mejorar lo que hacemos y nadie se toma el tiempo de guiarnos. O pocos, entonces muchas veces falla el proceso de apoyo
R.M.: Cierto, pero esas tutorías deben apuntar a reconocer "los procesos" y no a felicitar vaguedades o cualquier cosa. Aunque creo que el principal tutor debe ser uno mismo, debemos aprender a tutoriarnos personalmente.

F.M.: Es que si alguien te
apoya, te sientes acompañado y sabes que te puedes equivocar y que alguien te va a corregir y no a felicitar por webadas o mandar todo al basurero.

F.M.: bueno ese es otro problema pero tiene que ver con nuestra cultura paternalista, que es el problema que vimos que a todas nos afecto en el máster menos a la única española.

R.M.: ¿Por qué no le afectó a ella?

F.M.: no sabemos trabajar sin presión, porque ella esta acostumbrada al sistema de "hazlo tú mismo", en cambio nosotros queremos las pruebas, los controles, las notas, la mano dura, pero cuando llega nos agobiamos.


R.M.: Como dice Galeano, somos un continente de huachos que necesitamos y buscamos al padre constantemente. Estamos normalmente buscando en otros la aprobación o condena de lo que estamos realizando.
F.M.: exactamente, este es un tema súper interesante de analizar, pero creo que la cultura influye demasiado. Si fuimos educados así desde los 6 años y menos aun, ¿cómo pretendemos cambiar a los 30?
R.M.: Cierto y que también nosotros somos la cultura y que podemos hacer nueva cultura.

F.M.: racionalmente si, pero ¿emocionalmente??? Podemos decir... no importa la nota que me saque, yo se que hice un buen trabajo, pero quedamos con la espinita igual.

R.M.: Hoy el fenómeno Bielsa, de alguna forma está cambiando mentalidades, formas de ver la realidad. Una persona, con su carácter, ha ido imponiendo de apoco y sin desearlo ni proponérselo una forma diferente de ver la realidad. compromiso con el trabajo y resultados.

F.M.: y fíjate que es un buen ejemplo, el fútbol que es un fenómeno de masas llega profundamente a mucha gente, pero seguimos con lo mismo, si Chile le gana a Argentina es un dios, si pierde con Venezuela es un desastre.

R.M.: Y lo más interesante que desde allí está modelando conductas positivas. No digo que sea masivo, pero poco a poco se habla que distintas actividades deberían seguir el ejemplo de su trabajo.

F.M.: pero sigue siendo un modelo paternalista que parte desde el DT y no desde los jugadores. Mira a Argentina, MARADONA es el nuevo DT de la selección, nada más ni nada menos que su dios.
R.M.: Creo que no es paternalista, ya que es desde su rol de dirigente de un grupo determinado. Ahí hay un problema, las cosas no tienen por qué surgir desde tal o cual actor, debe partir del rol que le toca vivir. Se necesitan líderes en determinadas acciones y que asuman realmente su rol. Que los dirigidos entiendan ese rol determinado y lo realicen a la perfección. Bielsa es el entrenador, pero los que están en la cancha son los jugadores. Cierto, Maradona tendrá que probar que en este rol es "competente" y no un hablador.
F.M.: eso sí que es bien difícil, gracias dios no tenemos un drogadicto enfermo como DT, ja,ja…


R.M.: Parece que nos fuimos en la volada profunda, pero es un tema muy interesante. ¿Cómo es eso de un máster en comedia?
F.M.: jajaja. Es que mis compañeras dicen que soy muy divertida y que debería estar haciendo monólogos en un stand comedy. Como el club de la comedia, ¿lo conoces? Lo dan en chilevisión, es muy bueno
.
R.M.: Y, ¿por qué no escuchar esas voces?

F.M.: la verdad es que siempre me dicen lo mismo, que por qué no estudié teatro o cosas así.
R.M.: ¿Y?
F.M.: me gusta mucho, quizás algún día termine en algo así. Cuando estaba en el colegio con el Rubén Muñoz decíamos que cuando grandes íbamos a trabajar en el japening con ja. Jajaj ¡qué loco!

F.M.: ayer presenté un trabajo de radio y el profe me felicitó, y mis compañeritas me aplaudieron, jejeje. ¿Reconocimiento???? sí y qué... jejeje

R.M.: ¿Y cuándo te atreverás a seguir tu yo interno?

F.M.: cuando lo encuentre lo sigo... jajajaj ¿viste que soy chistosa??

R.M.: Es que el reconocimiento verdadero ayuda mucho y orienta. El otro, el barato, ese no.


F.M.: siiiiiiii ayer tuve una clase espectacular de radio, me encantó, fuimos a grabar al estudio de la universidad. Igual me puse nerviosa y aunque no lo creas es difícil, porque a uno se le traba la lengua y leer de corrido algo, fijándose en los tiempos, e
n las entonaciones, en la respiración, en que no salga muy forzado o ridículo, es bien difícil.
R.M.: Es muy importante escuchar los signos de Dios. Él habla en secreto, en esas cosas. Y dice que a veces dan miedos los cambios fuertes, pero hay que seguir los dones que te ha dado...


F.M.: sííí, por ejemplo yo descubrí un anti don, es decir algo que soy muy mala
. R.M.: ¿Mala?
F.M.: me cuesta muucho escribir cosas académicas. Se me hace tremendamente difícil y sufro y me carga y me enojo.

R.M.: Quizás porque tu don de la creatividad se orienta hacia lo divergente, no hacia lo convergente. Lo académico muchas veces te pide que digas lo que está dicho y tú vas más allá que eso.

F.M.: siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii eso eso eso. Entonces por eso también no seguiría un doctorado en estos momentos.
R.M.: Tu cabeza bulle en ideas, en búsqueda de cosas nuevas, distintas, de cómo cambiar lo que está ahí. Incluso lo que está ahí lo ves en forma distinta. Eso es la comedia, ver lo está debajo e las cosas, que nadie ve o no quiere ver y que tú las sacas e forma divertida.
F.M.: ah no, es que esta conversación la voy a grabar esta demasiado buena, pareces un gurú. Tú sí que me conoces... ¿por qué será? jejeje

R.M.: Porque en muchas cosas somos parecidos. Cuando postulé al Máster, tenía un examen de filosofía. Me dije ¿cómo voy a contestar lo mismo que le piden al resto de los profesores que no están en esta línea? Ante una pregunta me volé y como no era lo que el profesor esperaba, me calificó mal. Menos mal que había una gran profesora que vio el examen y consideró una estupidez la forma de evaluarme y pude entrar.
F.M.: uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

R.M.: Ves ¿por qué te entiendo?

F.M.: siiiii


F.M.: si es
que por ejemplo para la segunda entrega de mi memoria me dijeron que estaba bien pero que habían problemas de maquetación y diseño, no te imaginas mi furia porque puede ser que de contenido no fuese guauuu pero el diseño era precioso. Les mandé el trabajo de nuevo en pdf y los weones me contestaron que ¡disculpe que se les había desconfigurado! Menos mal son los expertos en nuevas tecnologías.

R.M.: Uno tiene que aprender de la convergencia para poder ser plenamente divergente.

F.M.: eeeeeeeeeeeeeeexacto!! Pero mis compañeros escriben mil páginas y yo con suerte
40.

R.M.: Bueno, después seguimos ya que voy a ayudarle a la mamá a colgar los cuadros que trajo de Barcelona.

F.M.: ya recuerda mandarme las foticos.

R.M.: Okey, besossss. Adeu, abur, adiós...
F.M.: te adoro papito!!! Saludos a la titita. Yaaa besotototes.
















domingo, septiembre 14, 2008

Y me puse a estudiar sobre las TIC

El estudio no ocupa espacio, dicen por ahí y sobre todo si es para seguir actualizándose en las nuevas tecnologías de información.

Nuestra realidad avanza a pasos agigantados en todo lo que es lo informático y es ahí donde nosotros debemos ir también incorporándonos. El CPEIP y Comenius (USACH) mediante el sistema elearning, están dando este curso, que comenzó suave pero que se ha ido complejizando un poco, pero nada tan difícil.

Lo que más me llamó la atención fue la relación de la "tutora" con el equipo de profesores que estamos siguiendo este curso. No solo hay que estar en estas tecnologías, también es muy importante el cómo ayudar a los que están en él a través de preguntas adecuadas. Hay que saber el "arte de preguntar", hacerlo de forma de recoger lo que se está viviendo, repreguntar para encauzar el camino, alentar (sin esas tontas felicitaciones sin sentido) en la misma línea del trabajo y así seguir adelante.

El trabajo vía elearning requiere de ciertas conductas del que estudia, de darse la autonomía y los tiempos necsarios para el trabajo. No es posible "dejarlo para después", ya que te pilla con mucha facilidad la máquina. También es necesario un trabajo cooperativo con personas que no conoces, lo que requiere respeto y atención. Es genial, no los conoces y estás creando a distancia algo en común, buscando colaborar con lo que se va construyendo para que en conjunto el producto sea lo mejor posible.

¿Cómo será la escuela en algunos años más? Ya podemos interactuar a través del espacio virtual y construir conocimiento entre varios. Me imagino un proyecto sobre la guerra del Pacífico, construido por alumnos Bolivianos, Peruanos y Chilenos. O sobre la integración latinoamericana con alumnos de los distintos países. Conociendo sus costumbres, riquezas arquitectónicas, cultura, pensamiento y creando poryectos en común.

Hay muchos medios, como los blog, el Moodle y otros que pueden ayudar en esta línea. Cada vez que un nuevo profesor(a) se mete en este mundo, creo se puede minimizar la brecha tecnológica entre los distintos sectores de nuestro País y sobre todo de América.

Pero cuidado con usar estas tecnologías de la misma manera que hacemos clases hoy en día.

domingo, julio 13, 2008

¿Bastón o andamio?



Conversando con la Hna. Lorena (Hermana Mariana) sobre temas de pedagogía, le comentaba que uno de los grandes temas de la Psicología del aprendizaje en el curriculum cognitivo era el concepto de "andamiaje", teoría trabajada por Wigostky, Leontief y Bruner. Ella me dijo, qué interesante "el Padre Kentenich hablaba de que el educador debía ser andamio y no bastón".

Sí, uno podía hacer que el alumno o la persona a la cual uno tenía la misión de ser su educador, se hiciese dependiente de uno y así conversitirse enbastón. Mas no es eso lo que un "real educador" debe realizar: tenemos que educar en la libertad y para ello el educador debe hacerse prescindible.

Como un andamio, el educador debe ayudar a que el educando pueda ir construyendo su realidad personal hasta llegar a actuar por principios sólidos y desde él. Más aun, el ideal es que que cada persona, con el paso del tiempo pueda convertirse en su propio Director Espiritual.

Hoy la pedagogía toma este concepto de "andamiaje" con gran fuerza e incluso lo entiende como aquellas mediaciones que permiten el desarrollo cognitivo (en el concepto amplio de la palabra y no solo en lo intelectivo) de cada alumno. Ve al educador como el gran "mediador" entre el conocimiento cultural y la realidad del niño(a), debe buscar las "herramientas" que permitan al alumno(a) acceder de mejor forma al aprendizaje esperado. Tomar en cuenta cuál es la realidad del alumno(a) e ir caminando a su lado, procurándole las mediaciones necesarias para que vaya vivenciando su real aprendizaje.

El viernes pasado, tuvimos una jornada de capacitación con todos los profesores del colegio Santa Cruz de Chicureo. La temática fue el Aprendizaje Activo Reflexivo, y partimos con este concepto: ¿Bastones o andamios?. En la rueda del aprendizaje del High Scope, es fundamental la relación profesor-alumno y ésta debe ser buscando que el niño o joven progesivamente crezca en su propio desarrollo de aprendizaje.

Durante el transcurso de esta jorada, fue muy interesante ver que teníamos una línea común para todos los Ciclos mas cada uno de ellos lo trabajaba según su propia realidad. Al término de la esta capacitación, no pude sino dar gracias a Dios porque la resultante fue mucho más allá de lo esperado. Se habían conformado equipos que había trabajado y entregado lo mejor de sí a todo el resto de los profesores. Al final todos valoraron el que otros profesores, cansados igual que ellos al término de un semestre, se hubiesen dado el tiempo para preparar y entregarles una capacitación realmente profunda. Se ha estado estructurando un equipo de personas que sustentan una mentalidad y práctica pedagógica que va más allá de una persona o grupo pequeño de personas.

También el equipo pedagògico y directivo debe ser "andamio y no bastón", procurando así que muchos más sean los que se hacen cargo de una mentalidad pedagógica, que la estructura del colegio se afirme en grupos o equipos que le dan forma a cada Ciclo: Jardín (Medio Menor y Medio mayor); Ciclo Inicial (Prekinder a Segundo Básico); Primer Ciclo (Tercero a Sexto Básico); Segundo Ciclo (Séptimo a Segundo Medio). El próximo año tendremos Tercero Medio y poco a poco cerraremos todo el ciclo escolar.

Queda mucho por hacer, mas tengo la tranquilidad de que ya hay equipos (pisos) que ya se han ido estructurando y que ya no necesitan de estos andamios. Habrá que ir colocando, en conjunto con los nuevos equipos, otros andamios que ayuden a estructurar los pisos que vienen.

sábado, abril 12, 2008

¿Te imaginas estudiando todos juntos?

Sí, en una conversación hoy como mi hija Fabiola (la mayor), quien está en Barcelona estudiando un Máster en Comunicación y Educación, comentábamos que Jechu (la segunda) le había compartido algunos textos de Educación. Txu (Jechu, Jesi) está entre su trabajo como Tecnóloga Médica y sus clases de Pedagogía en la Alberto Hurtado.

Como quedamos que el domingo vendría con una compañera a que le ayudase a comprender más a Pablo Freire, Fabi por chat me decía que estaba trabajando lo mismo en Barcelona y me comentaba ¿Te imaginas estar estudiando todos juntos?

Parece que la "Educación" comienza a ser una cosa de familia. Nos hemos fascinado con Dewey (lectura obligatoria de mi abuela) y ahora con Paulo Freire. Quien dijera que cuando le conocí junto a Paulo de Tarso (otro educador brasileño de nota), estaría comentándoles a mis hijas de ese encuentro con un gran hombre y educador (claro que fue en un tiempo en los cuales debía tener la edad de ellas). Combatido, cuestionado, mal interpretado... Contarles que en una entrevista que le hicieron poco antes de morir, planteaba: "Muchos se dicen que son Freristas, pero de un Freire que incluso ya no cree en algunas cosas que dijo, que ha cambiado".

Me recuerda también otra entrevista, a Sartre. En ella le enrostraban que era un inconsecuente porque estaba planteando cosas distintas a las de un tiempo atrás, y él decía: "Tiene toda la razón, ahora en algunas cosas pienso distinto. Es que soy inteligente: tengo derecho a cambiar".

¡Cuántas veces encasillamos a las personas en algunas de sus ideas y dejamos de ver la persona en sí misma!! Toda persona, ya sea científico, poeta, literato, filósofo o lo que sea, crece, se desarrolla, contrasta su pensamiento con otros y va conformando nuevas ideas.

En este mismo blog, están las palabras de Miguel Tapia, quien antes de irse al Padre decía que él era lo que los demás también habían hecho con él. A propósito de ésto, les recomiendo un excelente libro: Martes con mi viejo profesor. Una persona que vivió la misma enfermedad de Miguel y que también tuvo el tiempo de despedirse de los que lo conocieron y quisieron.

Es increible como al pasar el tiempo, las conversaciones con tus hijos cambian, se vuelven diferentes e incluso (por lo menos para mí) muy interesantes. Hablamos y discutimos sobre temas en una profundidad diferente, nos dejamos sorprender por temas comunes y nos aportamos mutuamente en el descubrimiento de cosas que nos interesan.

Con Rafael Ignacio, nuestras conversa son en el cómo la informática podrá influir fuertemente en los procesos educativos. ¿Será posible dentro de 30 años concebir la escuela de la misma forma de ahora? ¿Cómo poder apoyar a los profesores de distintas partes conectados desde internet? ¿Cuánto tiempo pasarán en la sala los alumnos si ya podrían trabajar conectados desde sus casas? Quizás la escuela será el centro de las habilidades sociales, de las expediciones para encontrarse con el mundo real, aprender fuera de la sala de clases de ese mundo maravilloso que es la naturaleza.

Con Rafa Jr pensamos una forma de almacenar el trabajo de los profesores, para no estar rehaciendo todo el tiempo lo mismo. Como el mito de Sísifo, siempre subiendo la montaña con la piedra, que esta caiga para volver a subirla y esto eternamente. Volvemos a planificar año tras año: lo mismo. Volvemos a construir las guías: las mismas. Volvemos a construir actividades evaluativas: las mismas. ¿Y qué pasa con todo lo realizado año tras año? Muchas veces he planteado, ¿Qué pasaría si se juntasen diez profesores de una misma asignatura, que llevasen diez años de trabajo cada uno y compartiesen todo su trabajo acumulado? Creo que se produciría una sinergia maravillosa.

Bueno, dejaré tema para la próxima subida...

lunes, diciembre 03, 2007

Pido disculpas

Pido disculpas por no haber escrito en este blog en las últimas semanas. He estado ocupado en el blog de mi curso http://cosecha1967iae.blogspot.com , ya que estamos cumpliendo 40 años de nuestro egreso del Instituto Alonso de Ercilla y ha sido una experiencia muy hermosa.

En más de alguna oportunidad he hablado de grandes maestros que tuvimos y que nos enseñaron tantas cosas, de lo humano y de lo divino. Al recordar desde la Hermana Gabriela, quien nos acogió en Kinder, hasta el Hermano Jovino quien nos despidió en sexto año de Humanidades, todos valoramos lo que cada uno de ellos nos entregó.

Unos más otros menos, pero fueron tiempos en que vivimos la experiencia de un colegio que nos marcó en todo momento. Cómo no recordar a los Hermanos rezando por el patio, mientras algunos los mirábamos desde donde cumplíamos una "acogedor momento de refuerzo en el estudio" o parados penitencialmente en el patio por algún pequeño desaguisado cometido.

Bueno, ha sido una hermosa experiencia el encontrarse con compañeros que no nos veíamos desde que salimos del colegio: 40 años. Y lo más increíble: fijamos una fecha porque algunos venían de fuera y la sorpresa fue grande cuando al mirar el reverso de la foto de nuestra graduación, nos dimos cuenta que era la misma en la cual nos estábamos juntando 40 años después: 30 de noviembre de 1967 - 30 de noviembre de 2007.

Ya volveré...

sábado, octubre 13, 2007

Sede Villarrica de la PUC

Hay tanto que recordar y agradecer de la Sede de Villarrica de la PUC. Llegué allí por una invitación de Fernando Burrows, hace ya muchos años. Habíamos trabajado juntos en el Departamento de Curriculum y Evaluación de la Facultad de Educación de la PUC en Santiago.

Nuevamente algo me unía a mi maestro Paul Siegel, él ya no podía seguir viajando a Villarrica y ahí estaba yo para reemplazarlo. Los que conocen a Fernando saben que cuando uno va a trabajar, ¡va a trabajar! No conocía Villarrica y lo único que anhelaba era conocer el Lago, pasear por él. Mas desde que me bajé del bus, lo único que pude hacer fue bañarme, tomar desayuno y reuniones… Al segundo día me paré y dije: Me van a disculpar pero con lluvia y todo, me voy a ir a dar una vuelta por el Lago. Lo gocé, llovía intensamente, pero para mi veta melancólica y poética fue lo máximo. Cierto que el Villarrica de hace 25 años de atrás era más rústico y más natural.

Aunque sí hay que decirlo: el 2001 estaba recién comenzando y ha seguido por todos estos años con su café cortado, Küchens, y...

Durante todos estos años se ha conformado un equipo realmente increíble, un equipo con el cual hemos creado muchas cosas, sobre todo una gran relación de amistad y trabajo.

¡Cómo no recordar a uno que nos marcó profundamente: Jaime Vergés! Él era el gran relator de todos los chascarros, anécdotas y situaciones vividas en el grupo; él fue el inicial creador de nuestro "grosario", que agrupa distintas frases (a veces un poco subidas de tono) que hacen referencia a un lenguaje sólo conocido por nosotros.

A modo de ejemplo, les entregaré dos que se pueden comentar sin problemas. Consultaré con la comisión de ética de nuestro equipo, si más adelante puedo dar a conocer alguna otra:

¡Tengo la trompa llena de copuchas...!!!!

Reconocimiento abierto de la necesidad de compartir información “sabrosa y relativamente reservada” sobre aspectos desconocidos de la vida de personas, grupos o instituciones. Sinónimo de “copucha” es “pelambre”. Deporte practicado en forma sistemática por damas y varones.

Y aquí va otra, de las que se pueden mostrar:

¡Vamos a reconciliarnos con la vida!!!

Sugerencia de carácter espiritual religioso que honra a nuestro Padre Paul, y que se refiere a la necesidad de realizar sacrificios periódicos y abundantes de sentido místico – profanos. En síntesis: ritos expiatorios en que se combinan libremente corderos, salmones del Pacífico y filetes sin cebolla, regados por la misericordia de nuestros más connotados santos y santas: Santa Digna, Santa Carolina, Santa Rita, Santa Emiliana, Don Pedro (Mostos de calidad). Todo lo anterior bajo la protección de San Sebastián.

Por ello, basta con que alguno diga ¡Vamos a reconciliarnos con la vida!, para que todos sepamos de inmediato qué significa y el mandato correspondiente que conlleva esta invitación.

En esos años pasábamos semanas en Villarrica con los profesores del Post título Rural. No sólo hacíamos clases, sino que durante las comidas y también después de la cena, teníamos largas conversaciones con los profesores ayudándolos en sus realidades personales. Muchos de ellos, vivían gran parte del año aislados en sus Escuelas, por lo cual el compartir era no sólo importante sino una necesidad. Muchas veces bajaban al pueblo más cercano, una vez al mes. No se hablaba sólo de pedagogía, también de sus hijos, de sus problemas matrimoniales y de cómo salir adelante como personas.

¡Cuánto aprendíamos de ellos! A la vez nos sentíamos tremendamente agradecidos de su confianza y cariño. ¡Ahí sí éramos educadores! Sentir que uno tiene tan poco que dar y eso para otra persona era muy importante, por lo que no cabía otra cosa que estar hasta tarde con ellos y después seguir preparando las clases del día siguiente.

Bueno, seguiremos en la próxima con Villarrica...

sábado, mayo 12, 2007

Intercambio con Rodrigo


A raíz de esta conversación sobre las "papeletas" o "progresiones" (al decir de Germán), con Rodrigo Barros (actual Profesor del Notre) hemos tenido una interesante comunicación epistolar, y me parece oportuno compartir algunas ideas que salieron.
El que los alumnos se equivoquen es parte de la que nos sucede a todos como humanos. Como dice alguien por ahí, "cuando hay humanos, se humanea". Por eso que toda realidad educativa debe contar con el error y trabajar con él. Un adolescente necesita límites, necesita alguien que lo "contenga", sobre todo en una sociedad que ha renegado de este rol.
No importa si el límite es el pelo más corto, sin aros, o lo que sea, lo importante es que exista. El adolescente va a buscar transgredirlos, buscando ir más allá, pero si no sabe hasta donde se sentirá perdido, confundido. Es el cuento del huevo del águila: el polluelo tendrá que picotear para romper el huevo, necesita del picotazo constante hasta romperlo, pero si el cascarón es demasiado duro no podrá salir, mas si es demasiado blando no podrá volar y morirá en la tierra. No nos asustemos por los picotazos de los adolescentes, hay que ayudarlos a que tengan alas firmes para que llegado el momento, puedan volar hacia el sol. La águilas madres, llegado el momento, lo toman, vuelan con él y lo sueltan. Si mira hacia el sol, volará sin problemas. Si mira hacia abajo se desplomará. Nuestro sistema ¿ayuda a formar águilas que miren hacia el sol?
El sistema de confianza, es un sistema exportable. Qué pena ver una ciudad de "vivos", que hacen fracasar cualquier iniciativa porque nos subimos por atrás, porque nos colamos en las filas, porque no respetamos al otro. Y eso lo estamos aprendiendo a diario, por eso que este sistema es "ir contra corriente", "contra cultura", porque queremos educar. Por eso dice Germán, que el "pecado social del Notre" es intentar ir por otra línea. No se entiende y hay que educar también a los papás en esta línea.
Uno de los grandes nudos de la reforma educacional chilena, es no haber socializado lo que se pretende con ella, no haber llegado primero a la sociedad, a los padres y profesores con lo que se pretendía realizar. Aún a más de 12 años del informe Brunner, todavía nuestra sociedad no entiende de qué se trata esta reforma.
Por eso, es normal que muchos papás no entiendan cuando un muchacho dice la verdad y lo cuestionan por no haberse quedado callado. Es un "gil", un "tonto", total nadie se dará cuenta. Per lo que se les olvida es que "él" sí se dio cuenta y que está luchando por mirar el sol. Puedo decir con propiedad, que es muy distinta la mirada de un muchacho que te mira a los ojos diciendo "yo hice esto y asumo la responsabilidad", de aquel que con la mirada baja se niega a reconocer su falta.
Sí Rodrigo, este sistema es exportable, y lo estamos trabajando en el Santa Cruz de Chicureo, lo que se necesita es ser coherentes con nuestros Proyectos Educativos. Sí lo de las papeletas o progresiones es algo cansador, pero qué hermoso es detenerse a pensar en cada uno de tus alumnos/as para escribirles acerca de cómo se han visto y cómo los está viendo uno.
Rodrigo, te tiene que haber pasado muchas veces: con algunos la pluma corría rápido, con otros los dejabas aparte para volver a pensar mejor qué y cómo decirle lo que tenía que comentarle. En esos días uno se acostaba tarde, pensando en cada uno de los que Dios me había encargado. Y qué genial era, cuando Germán o Miguel, como rectores entregaban estas progresiones. La felicitación por el esfuerzo y el trabajo; la cara seria porque ese alumno había estado bien, pero ya hacía tiempo que estaba bien lo que podría ser indicio de no avance ni retroceso y eso preocupaba; o de la cara de preocupación por esa papeleta amarilla o verde y la conversación de "¡mireee, qué está pasando!!". Era una interacción rica, profunda, de conocimiento de cada uno de cada curso.
Por eso, Rodrigo, comparto contigo tus preocupaciones por este sistema, por esta herramienta, comparto el que no es fácil el que todos los profesores puedan hacerlo al "estilo Notre Dame", pero sí creo que pueden darse distintas formas que vayan en este sentido. Germán y Enrique han elaborado distintas aproximaciones, de acuerdo a realidades diferentes, pero con un mismo sentido: acompañar en forma directa, constante el desarrollo y educación de nuestros niños/as.
Sigue Rodrigo en esta huella, no desmayes, busca profundizarla, porque cuando entendemos el PQHE (para qué hago esto), la cosa sale con más ganas.

Germán responde desde una experiencia...


Rafael:
Llegué hoy viernes 04 de mayo de una jornada de líderes del colegio Cristóbal Colón realizada en Picarquín, desde las 14 horas del viernes hasta las 18 horas del sábado, en que terminamos en un sencilla liturgia ofreciendo al Dios todo nuestros descubrimientos.

48 alumnos de seis cursos del ciclo medio. 11 profesores presentes junto a sus alumnos en tiempos personales de ellos, por su compromiso de pertenencia a una comunidad de familias de 28 años de existencia en una aventura educativa atrevida en que nos atrevemos a priorizar la formación de la persona , “a todo dar”.

Y me encuentro con el doble artículo que escribes acerca del Notre Dame:
Es notable, sencillo, como contar una historia de una noticia que los educadores la consideran simpática, novedosa, “qué bien muchachito”, como decía el texto de una obra de teatro que escribí para mis alumnos de todos los tiempos.

El pecado “social”, “académico” del Notre Dame, es concebir una propuesta que ya cumple 54 años que se aventura en LA CREACIÓN DE NUEVOS CAMINOS, TODOS ATÍPICOS, EN QUE LE PRESENTAMOS EL EVANGELIO A LOS ADOLESCENTES, SUS VALORES , Y EL ESPACIO SUFICIENTE PARA QUE DESCUBRAN A JESUCRISTO COMO PERSONA QUE SE ENCARNA EN LA HUMANIDAD CREADA DIOS, PARA ENTENDERLA Y SALVARLA DEL DESORDEN QUE LE PRODUCE INFELICIDAD.

El sistema de papeletas o “Mi progresión “ como yo le re bauticé en mis once años de rectoría en el Notre Dame (1986 – 1996) es una metodología de evaluación - autoevaluación del crecimiento personal de los muchachos que ocurre con una periodicidad tal , que les orienta permanentemente acompañándolos, gracias al Profesor Jefe quien oficia de orientador en un nuevo concepto que es necesario evaluar con seriedad, si se quiere resultados.

Gracias Rafael por tus palabras. Conversaremos para decidir cómo continuamos tu iniciativa en mostrar los caminos que junto a Enrique Arrieta, y tantos otros Profesores realizan en la concreción de los cambios que DEBEN PRODUCIRSE. Hay educadores que hoy ocupan cargos importantes que se niegan a los nuevos caminos, porque pequeños grupos de poder (apoderados) porque no los entienden y menos los comprenden, por eso los apabullan y reniegan.

Un saludo fraternal. Nos encontraremos con la Profesora de Deusto que nos viene a visitar, para hablarnos de la formación de los valores. Vale.

Germán Aburto Spitzer
Secretario Ejecutivo
Fundación San Sebastián (Arzob. de Stgo)

martes, mayo 01, 2007

El Notre Dame y las progresiones o papeletas

He estado leyendo un texto muy interesante sobre los valores,"Desarrollo de los valores en las instituciones educativas", de Itziar Elexpuru y Concepción Medrano (ya se imaginarán de dónde son...). Uno de los aspectos centrales, de lo que he leído, es la importancia de la "vivencia" de ellos en primer lugar por los docentes, mas que tenerlos como parte de un contenido actitudinal específico.

Cada vez que recuerdo mi paso por el Notre, este era un aspecto al cual se le daba mucha importancia. Tanto en los escritos del P. Roberto Polain, como de los comentarios de sus anécdotas, resaltaba su constante lucha porque cada cosa hablara de ellos y no tan sólo el discurso de los valores. Es ahí donde estriba su anhelo de la vivencia Scout, buscando vivir los valores de la confianza, la lealtad, la libertad, el creer en lo bueno del otro. Sí, creyendo en la persona que se equivoca, pero ante el error claridad y reparación.

Cada vez que releo algunos comentarios que quedaron en mi computador, de papeletas (o progresiones) que escribí y que después Germán Aburto o Miguel Ortega entregaban, veo la importancia que ellas tenían.

Muchas veces partía por una autoevaluación que cada alumno se hacía, y no tan solo de su comportamiento en el colegio, también de cómo había estado en su casa y con sus amigos. ¡Era toda su vida! Aquí ya hay un concepto (como diría Trini) muy relevante: el alumno es una persona completa y no "pertenece" a tal o cual Proyecto Educativo sólo cuando está en el colegio, lo asume en toda su vida. No soy cristiano cuando estoy en la Iglesia (como templo) o en alguna reunión eclesial, es mi vida la que asume ese determinado proyecto.

¡Cuántas veces salían faltas hacia los papás y que tenían que ver con la confianza, la lealtad, etcétera!! Esas autoevaluaciones eran realmente hermosas y llenas de "valor", porque también venía el qué papeleta se autoasignaba por todo ello.

Dorada era excelente; Rosada, muy bien; Azul, bien; Amarilla, regular; Verde, deficiente; Negra, mala. Esta última estaba reservada sólo para situaciones de extrema gravedad, como copiar en una prueba, porque se había faltado a la confianza y a la lealtad. No porque lo hubiesen pillado, ¡NO!, era porque se había faltado a algo muy importante. Y ahí estaba el consejo de Germán: ¡Hay que hacer Show!. Había que golpear la mesa (eran todos alumnos hombres), hacer silencios, agachar la cabeza, poner cara de dolor. Más que razones, se entiende por la emoción fundada en razones. Se enviaba carta a la casa y se partía a reflexión con preguntas muy bien elaboradas para que pensara bien y buscara el salto a lo positivo. A la vuelta, tenía una conversación con el Rector con su carta de reflexión.

Esas conversaciones iban a lo profundo, a lo personal. Más que hablar de valores, había que vivirlos.

Después de tener las autoevaluaciones y viendo lo vivido en la quincena, nos reuníamos los miércoles para conversar sobre cada curso. Un miércoles por Ciclo. Cada Profesor Jefe, comentaba la papeleta (o progresión) para cada alumno, el resto de los profesores opinaba y se sacaba un resultado. "LLegó una vez atrasado, pero tú sabes que no depende de él, no lo tomes en cuenta"; "Lleva ya tres Doradas, es bueno que se esfuerce más en la tolerancia hacia sus compañeros, bájalo a Rosada"; "Tercera Azul, ponle que basta de mediocridad y por eso Amarilla"; "Yo lo he visto en los recreos ayudando a los más pequeños, y eso hay que destacarlo"; y así nos fijábamos en cada uno. Terminábamos tarde y había que irse a la casa a escribir los textos para cada uno, con lo cual terminábamos muyyyy tarde.

A la mañana siguiente, se las dejábamos en el escritorio a Germán o a Miguel (quien lo sucedió), fijábamos una hora y llegaban a entregar uno a uno su papeleta. Las Doradas se aplaudían, y así el Rector conocía a cada uno y sabía qué estaba pasando con él (en general, porque siempre hay un ámbito íntimo).

Cada alumno la llevaba a su casa y los papás escribían sus comentarios. Finalmente cada alumno colocaba en qué se comprometía a progresar. Cierto que muchas veces no se hacían con toda las ganas que uno hubiese querido (tanto a nivel de profesores, papás y alumnos), mas en general era realmente una actividad que recuerdo con mayor potencia en la formación valórica.

Como dice el texto de Mafalda, cada uno se hacía verdaderamente "responsable de sí mismo".

P.S.: Itziar, viene invitada por la Sede Villarrica de la PUC la semana del 14 al 20 de Mayo. El estará el lunes 14 de Mayo, en la Pontificia Universidad Católica en Santiago dando algunas charlas sobre este tema de los valores. El martes parte a la Sede Villarrica de la PUC, donde estará el resto de la semana.

domingo, abril 22, 2007

Notre Dame, otro paso en este camino pedagógico

Después de un tiempo hermoso y de algunos tragos amargos en el Cía de María de Seminario, llegué invitado por Germán Aburto al Notre Dame.

Aquí me reencontré con varios amigos de viejos tiempos, uno de ellos muy especial: Enrique Arrieta. Nos habíamos conocido hacía muchos años atrás, cuando él trabajaba con Monseñor Salman y yo con Monseñor Víctor Gambino.

Estábamos en la tarea de realizar un "Primer encuentro de Educadores Católicos". Es increíble la cantidad de "Primeros Encuentros", "Primeros Seminarios" que se han realizado en nuestra Iglesia de Santiago y del país. Pareciera que existiese una especie de amnesia pedagógica y siempre estamos (como decía Munizaga) con el complejo de Adán: creemos que siempre estamos recién comenzando e inventando lo nuevo.

Víctor Gambino y Enrique Salman eran dos líneas complementarias pero también existían divergencias entre ellos y obviamente, Enrique Arrieta estaba por Salman y yo por Gambino. Los dos en un principio nos enfrentamos desde nuestras respectivas trincheras, hasta que nos dimos cuenta que el problema era entre ellos y no entre nosotros. Desde allí surgió una gran amistad y los que conocen a Enrique Arrieta, saben de su humor y amistad incondicional. Y uno de los temas en cuestión, era el problema de cómo la cultura escolar debía de hablarnos de Dios y no sólo la Pastoral. El colegio no es Parroquia, es colegio y el problema de la relación cultura-evangelio es un gran tema a enfrentar. ¿Les parece algo novedoso?, bueno aun es tema a discutir...

Una de las cosas más admirables de Germán era su apertura, su amor por la pedagogía y sobre todo por el Notre Dame. De él aprendí muchas cosas y una de ellas fue la grandeza de la humildad. Fue un día en que llegué a su oficina y aproblemado me contó de un "condorito" que se "había mandado" (¿cómo explicarlo a mis amigos vascos?). A ver, voy a intentarlo: vendría a ser como una "metida de patas", parece que no va por ahí; veamos otra forma, es un error desafortunado o imprudencia resultante de un encuentro interpersonal.

Bueno, Germán me comentó con tanta tranquilidad esa situación que me hizo pensar que las equivocaciones son eso: equívocos, errores y no dramas. En más de alguna ocasión me había tocado que problemas menores, eran dramatizados por un jefe o jefa, de manera que uno quedaba pegado en el problema y no en la solución. Sí, había que ver ahora cómo solucionar el problema y con la conciencia de que todos nos podemos equivocar. Esa actitud da la confianza con tu jefe y centrarse en la búsqueda conjunta de soluciones, o en cómo repararlo (pero sin angustias) si había sido por alguna negligencia personal.

Otro de los temas que más me quedó como aprendizaje, es el tema de la CONFIANZA. Nuestros Proyectos Educativos hablan de la este tema, pero son muy pocos los que se atreven a hacerlo realidad. ¿Educamos realmente en valores, cuando acentuamos más bien la desconfianza y el engaño? Muchas veces, dejando al curso solo en una prueba, al volver me encontré con alumnos
que pedían que esa prueba no fuese considerada porque había habido compañeros que habían copiado. No decían nombres, no acusaban a nadie, mas la lealtad por la libertad y confianza entregada eran muy fuertes. Al pedir que levantaran la mano los que lo habían hecho, era seguro que lo enfrentaban cara a cara. Sabían de la sanción, mas lo asumían. En una prueba cualquiera , ¿cuántos son los que copiarían? ¿ el 5%, el 10%? Y por ese porcentaje, ¿acentuamos más la sospecha que la confianza? ¿Dónde está el juego de los valores en nuestras acciones educativas concretas? Si hablamos de la "pedagogía de la confianza", ¿cómo la llevamos a cabo? Y no se trata de ser ingenuos, ni creer que todos son ángeles, al contrario, es jugársela en ser educadores y no meros instructores.

Como dice el lema del Notre: "Aquí se forjan nuestras armas". Esas armas personales que nos ayudarán a crear un mundo diferente. Este tema, sí que debería estar en las grandes discusiones pedagógicas si realmente queremos cambiar en algo la educación de nuestro país.

miércoles, marzo 28, 2007

Y del Compañía de María ¿Qué?

Me han retado bastante por no actualizar a tiempo mi blog, mas aquí va algo más.

Son muchos los recuerdos al pensar en el paso por el Compañía de María Seminario: Semanas de Temas Pastorales; Semanas del Colegio; Retiros ignacianos en silencio; conversas con profesores; y tantas anécdotas ocurridas.

Como el día en que al entrar a un curso, estaban todas mirando hacia la ventana trasera, de espaldas al pizarrón. Mo me quedó más que comenzar a hacer clases de esa forma y comenzar a escribir algunas cosas en el pizarrón. La primera que se dio vuelta, quedó anotada por falta de solidaridad con sus compañeras. O el curso que estaba encerrado en los casilleros y que al poco andar la clase, se abrieron las puertas para poder escribir bien. Era muy divertido verlas arriba del clóset y dentro de ellos escribiendo.

O cuando ese último curso que tuve a mi cargo, se le ocurrió hacer clases en el medio del patio y la pobre profesora estaba indignada. Pero ¡si hasta habían conseguido un pizarrón!!! ¡eran geniales en sus locuras e ideas que indignaban a más de algún profesor o profesora!!

Ahora es Ministra, pero era una chica rebelde y con un ánimo a toda prueba. En sus últimos días en Cuarto Medio, alentaba a las huestes de todos los cursos (el último día de clases) para que saliesen de sus salas y se acabaran las clases. Corría de un lugar a otro al frente de los dos cuartos medios y se topó con un tipo que le impidió su propósito. Eran muchas y bastaba con que no me hubiesen hecho caso para conseguir lo suyo. Gracias a Dios, parece que mi cara las convenció de lo contrario. ¡Cuántas veces la queríamos felicitar por su actuación, mas ella muy autocrítica veía lo mal que lo había hecho!

Una anécdota muy hermosa fue en una de ls Semanas de Temas Pastorales. Exponía Max Neef sobre su postura ecológica y llegó el turno de las preguntas. En la fila había una pequeña, que esperó tranquilamente su turno, hasta que le tocó hacer su pregunta: ¿Qué es ecología social? Ya que no lo entendí mucho. Max Neef, con su altura impresionante, pareció que se empequeñecía al contestarle con una sencillez y claridad que tanto esa niña como a todos nos quedó absolutamente claro de qué se trataba ese concepto. La altura intelectual (y física) está en la sabiduría de hacerse entender hasta por los más pequeños. No recuerdo bien, pero parece que el moderador de ese panel era Fernando Paulsen quien nos acompañó en muchas semanas pastorales.

Con Rafael Silva (Hoy Encargado de Pastoral del Saint George), recorríamos de un lugar a otro buscando personas y personajes para esos eventos, que marcaron no sólo al colegio, sino a muchas comunidades en torno a la reflexión de temas contingentes a la luz del Evangelio.

domingo, febrero 04, 2007

Y seguimos con la UC o PUC


Hace algunos días atrás, supimos que a Erika Himmel la habían nombrado Decana interina de la Facultad de Educación de la PUC. Al encontrármela en el Supermercado, no pude dejar de comentarle que no sabía si felicitarla o compadecerla, pues la tarea de por sí es compleja.

Erika me comentó que el 15 de enero, ella tenía presupuestado irse a los cuarteles de invierno y que aunque se negó a asumir, finalmente por el cariño a la Facultad terminó por aceptar.

No puedo dejar de recordar cuando recién llevábamos dos o tres generaciones del Magister en la UC y Erika vez que me veía me decía que tenía que inscribirme. Cada vez le respondía: "Ya era Erika, en una de estas me inscribo". Hasta que un día en que antes que me recordara, le dije: ERika, hoy mismo voy a ir a inscribirme. Y ella con una gran sonrisa, me dijo: "no te preocupes, ya te inscribí". Y así comencé mi periplo por el Magister.

Pero ya mucho antes, había tenido algunas experiencias que fueron marcando mi proceso pedagógico. Uno de ellos fue cuando el Decano de aquel entonces (Carlos Bravo) decidió con justa razón y con gran dolor mío, que no podía continuar como ayudante en la UC. Claro, estaba estudiando en la U. de Chile y no podía ser ayudante en la UC. Enrique Pascual, Iván Meza y Abraham Magendzo, junto a Paul salieron en mi defensa: "No había ningún papel que dijese que un alumno de otra Universidad no pudiese ser ayudante en la UC". Aceptaron y pude continuar, mas desde ese momento se cerró la posibilidad para los alumnos de otras universidades.

No puedo dejar de valorar los encuentros con Weikart, Kauffman o tantos otros que llegaban a la Facultad y con los cuales teníamos la posibilidad de conversar. Hoy me doy cuenta que con el tiempo valoro mucho más esos encuentros y que en ese momento no dimensioné lo que significaban.

Cuando la Facultad de Educación comenzó el Programa de Magister, tuve la oportunidad de estar con Paul como ayudante en Curriculum. No dejaba de ser divertido que varios de los profesores-alumnos, eran profesores mios en la Chile. Era una situación entre incómoda (para ellos) y positiva para mí.

sábado, enero 06, 2007

Y así fueron mis comienzos...

Era octubre o noviembre de 1972 y a algunos osados universitarios estudiantes de pedagogía, pertenecientes al movimiento de Schoenstatt, se nos ocurrió la idea de realizar un Encuentro de Profesores y Estudiantes de pedagogía schoenstattianos a nivel nacional.
Jorge Galaz, Bernardita Carvajal y el susodicho nos pusimos manos a la obra. Invitamos a Ernesto Livacic, Beatriz Ávalos, Paul Siegel y nuestro inspirador el P. Rafael Fernández. Hubo que organizar alojamientos, comidas, viajes, etcétera. Hoy a la distancia, me asombra la osadía y el resultado obtenido. Fue una gran convocatoria y dos días de gran trabajo.

Como estudiaba en la Chile (en el glorioso pedagógico), no conocía a Paul ni a Beatriz, ya que ellos trabajaban en la UC. Al término de este evento, me acerqué a Paul y le dije que me interesaba conocer lo que él hacía y de qué se trataba eso de "curriculum". En la U. de Chile, estudiabamos primero Filosofía y después Pedagogía, por lo que aun no tomaba ningún ramo en esta línea.
Paul, me invitó para Enero, justo después de año nuevo, ya que comenzaba un curso para Profesores que estaban trabajando mas no tenían su título y tenían que regularizar su situación.
El día 2 o 3 de enero llegué a las aulas del Campus Oriente, buscando la sala v5. Allí se estaban congregando un grupo de profesores, me acerqué a Paul para decirle que allí estaba y procedí a sentarme en la última fila de la sala para escucharlo... Saludó, preguntó a cada uno de donde venía, qué esperaba, y comenzó a hablar del tema de curriculum. Yo escuchaba con mucha atención, ya que todo eso era nuevo para mí.
Al rato, planteó al curso que trabajarían en dos grupos y dio las instrucciones del caso: "Y para este trabajo, este grupo estará conmigo y el otro con Rafael". Casi me caí de la silla: yo iba a escuchar, a aprender y nunca había hecho clases ni sabía nada de lo que se estaba diciendo. ¡Paul! ¿Qué voy a hacer?!! "Tú has estudiado filosofía, has trabajado con muchachos, tienes la base!". ¡No podía irme, no podía arrancar, tenía que hacerme cargo de mi grupo y ya me miraban para partir a trabajar!
Ese día y los siguientes lo pasé corriendo, entre mirar a Paul para ver qué hacía y correr a mi grupo para repetir casi lo mismo... Entre una clase y otra, tenía que estudiar los textos que Paul entregaría en la sesión siguiente, para por lo menos tener un conocimiento previo y no hacer tanto el loco. Parece que mi grupo nunca se enteró lo "novato" que era, o por lo menos nunca me lo hicieron saber y sí me dieron las gracias por mi apoyo. ¡Si hubiesen sabido con quién estaban trabajando!!!!
Incluso Paul me agradeció mi ayuda y me invitó a ser su ayudante para el curso normal que comenzaba en marzo de ese año 1973. ¡Paul, yo soy de la Universidad de Chile y esta es la Universidad Católica! "Te espero en marzo", fue su lacónica respuesta y me pasó uno o dos libros para estudiar.
Sobreviví, y en marzo estaba golpeando la puerta de su oficina para comenzar como ayudante de él, en la cátedra de Curriculum... en la PUC y ya inscrito en mis primeros ramos de pedagogía en la U. de Chile...

viernes, diciembre 08, 2006

Del Patrocinio de San José

Cada final de año nuestros colegios, están llenos de actividades y tareas y por eso, hace casi un mes que ni siquiera había visto mi Blog.

Bueno es detenerse y volver sobre lo que ha sido esta historia en la pedagogía.

Alejandro Valdés, apoderado hoy en mi colegio (Santa Cruz de Chicureo) y exalumno mio en el Patrocinio de San José, me reclamaba hace algún tiempo que no había nada de esa etapa. Bueno, aquí va algo.

Eran mis primeros pasos en el ambiente escolar y me llamaron para asumir las clases de Filosofía, y también hacerme cargo de la Jefatura de un Primero Medio (3ero Eso). Son los tiempos en que uno se cree que es lo máximo del mundo y que está en nuestras manos el cambiarlo todo. Como ven, sigo con las mismas creencias, pero un poco más moderadas.

Alejandro me recordaba, de esas clases de Filosofía en que ejuiciábamos lo que viniese: a Sócrates, Platón, Aristóteles, e incluso tenía muy vívidas las clases en que seguimos un asesinato que narraban los periódicos. Nosotros constituimos un jurado con todos los integrantes, mientras también seguíamos lo que los distintos periódicos hablaban respecto al tema.

Era ética vivida y confrontando la información de los medios de comunicación. La disparidad de información entregada ya fuese por uno u otro medio, las interpretaciones que se hacían, incluso detectábamos que a veces parecía que inventaban datos.

Fue en esta época, cuando Benítez (Inspector General) me comunicó una gran noticia: El Padre Rector había decidido cederme una sala espeacial para mis clases de Filosofía. ¡Guau! Era el único profesor con sala especial. Mi ego se infló al infinito. Ahí hacíamos nuestras clases con todo ardor y ganas. El día del juicio a Sócrates, llegamos disfrazados a la época y cada uno con una sábana encima, incluido yo.

Con el tiempo entendí la sabiduría del P. Vío, de Eduardo Benítez, de Ramón Pincheira: en ese lugar de tanto silencio mis clases perturbaban un tanto el ambiente, por lo que lo mejor era tenerme alejado del resto. Y yo que me creí tan importante... Pero lo más relevante, fue que creyeron en mí y mis locuras por hacer clases un tanto distintas a lo habitual. Me dieron un espacio y eso lo valoro hasta el día de hoy.

Ya me ha tocado, en más de alguna oportunidad, hacerle clases a los hijos de mis alumnos. Incluso hoy tengo exalumnos de mis exalumnos, y aunque suene a que estoy cada vez más entrado en años, no deja de ser agradable el recordar una y otra vez estas locuras que ambas generaciones han vivido en la lucha por una educación diferente, más activa, más cercana a sus realidades y que los proyecte a pensar por sí mismos.

Gracias a todos los alumnos del Patrocinio, con los cuales vislumbramos una nueva forma de hacer pedagogía.



miércoles, noviembre 15, 2006

Y va lo prometido...

En esta foto, está Doña Ester Pacheco (mi abuela) con la esposa de González Videla. Ella es la de más edad, pero por lo que se ve, me corrobora que era muy, pero muy Radical. (Para mis amigos allende los mares... y sobre todo los Vascos, en Chile es un Partido político, que esa época tuvo mucha influencia, sobre todo a nivel educacional)

Bueno, en una reunión que tuvimos en la Sede Villarrica de la Universidad Católica de Chile el viernes pasado, les comenté del discurso de mi abuela para los 25 años del Liceo de Niñas de los Ángeles. Como estábamos trabajando acerca de la propuesta del Consejo Asesor de Educación, Fernando Burrows (Director de la Sede) leyó una parte de ese discurso y me ha cateteado para que lo suba.

Hay párrafos de los discursos de mi abuela, que si los ponemos en confrontación con el Decreto 220 y 240 (Planes y Programas), pareciera que fueron copiados, mas hay una gran cantidad de años entre ambos y no creo que algún persona del Mineduc lo haya tenido a mano.

Parte del discurso inaugural de la Asamblea Pedagógica (1927):
"En la escuela, el niño debe ver sólo una prolongación del hogar y de la vida social. En ella debe disfrutar de alegría y afecto familiar, y encontrar cosas útiles, actividades prácticas que le interesen y despierten su curiosidad y lo inviten a la investigación y observación que le permitarán formar y desarrollar su juicio.
De este modo, el papel del niño, pasivo y memorista hoy, se tornará mañana en activo al amparo de la libertad consciente..."

Bueno Fernando, aquí van los discursos de mi tía abuela, pero que para mí fue mi real abuela y además era mi Madrina de Bautismo: Doña Ester Pacheco, ¡Adelante! (hacer clik y te conectas con el archivo de los discursos)

lunes, noviembre 13, 2006

Recuerdos de mi vocación pedagógica

Hace ya una gran cantidad de años, en la época en que uno podía repasar algunas materias durante el verano para así dar nuevamente exámenes en marzo, tuve la oportunidad de asistir regularmente donde mi abuela.
Ella, de las primera profesoras de Filosofía y Castellano de la Universidad de Chile, con mucha paciencia me ayudaba a pasar de curso. Y ésto durante varios años. Es que parece que me gustaba escucharla y sobre todo sus cuentos acerca de la familia y de sus vivencias pedagógicas.
Quizás fue allí donde nació mi vocación de profesor. A los pies de ella, mientras la miraba sentada en su sillón, con su bastón en las manos, su porte firme y su mirada clara. Al principio atemorizaba, mas al poco tiempo ya me metía en sus cuentos y en su risa seca pero divertida.
Fueron muchos años después, cuando tomé conciencia de aquella anécdota de lo coquetas que se colocaban sus tías cuando el niño Manolito pasaba por la hacienda. Era Manuel Rodríguez (prócer de nuestra independencia) y que dejaba sin aliento a esas damas. Me hablaba de la historia de Chile, pero desde su historia personal.
Aun recuerdo su carcajada cuando me comentaba de aquella profesora "un tanto beata" que preparaba las niñas para la Primera Comunión (ella, como buena Radical, era bien "come curas"). Esta "niña" me decía, no se había preocupado en una ocasión que una muchacha no tenía su vestido de Primera Comunión y le había dicho: "No es posible que ella sufra afrenta alguna, anda y por favor con estos fondos (que ella manejaba) cómprale su vestidito".
O con fiereza cuando recordaba la profesora que públicamente había increpado a una niña, porque su vestimenta no era la adecuada. "La llamé y le dije: Usted no tiene derecho a humillar a una persona porque no tiene los medios para tener una ropa mejor. Vaya y usted misma cómprele la ropa que ella necesita y se la lleva a su casa".
También con sabiduría me relataba las peleas que había tenido que soportar, por la instauración del delantal para todas las niñas. "Era la única forma de que no hubiese diferencias odiosas entre las que tenían recursos económicos y aquellas que no lo poseían". "Cuando se lucha por el bien de las personas, todo lo demás queda a un lado".
Fui bebiendo de a poco sus comentarios y sus palabras, que sin quererlo fueron dejando huella en mí.
Hoy miro mis vacaciones castigadas por no haber estudiado bien durante el año, y bendigo la posibilidad de haberla escuchado y aprendido de ella.
No entendí a mi Tío, cuando me pidió que yo despidiera a mi abuela en el día de su funeral. Era el menos indicado y por muchos motivos. Quizás él vio esa historia de la cual nunca había tomado conciencia.
El año pasado, cuando mi prima me regaló parte de los libros de mi abuela (Doña Ester Pacheco Silva), le di las gracias y los dejé arrumbados. Lili me dijo que me los entregaba porque era el único profesor de la familia y creía que me correspondían. Son de esos regalos que uno agradece por fuera y regaña por dentro. ¿Qué iba a hacer con ellos? Pasaron los días, semanas, hasta que me decidí a desenpolvarlos. Otro regalo grande me esperaba: saqué a Piaget, Dewey, Pestalozzi, etcétera, etcétera. ¡Era la misma línea pedagógica mía!!!! Ahí me disculpé internamente con Lili y nuevamente le agradecí a mi abuela su presencia.
Hace poco, para mi cumpleaños, Lili volvió a la carga con un nuevo cargamento. Dos cajas con olor a humedad, a viejo, a añejo. Quedaron en una esquina de mi oficina esperando... hasta que le pedí a Verito (una Auxiliar del colegio) que por favor los limpiase. Y allí ¡otro tesoro! Sus cuadernos de metodología, de literatura, de los apuntes tomados en su labor de Supervisora Nacional de los Kindergarten el añ0 1913. ¡Qué letra!
Y de lo que aun estoy gozando, es de sus escritos del año 1927. A raíz de los 25 años del Liceo de Niñas de Los Ángeles, organizó una "Asamblea pedagógica", para reflexionar sobre la reforma educacional de ese momento. Ya les voy a entregar algunos de sus pasajes, porque son casi textuales a la realidad de hoy. Mas dentro de mí surgió una gran desazón: ¿Es que no hemos avanzado nada en 80 años?
Parece que cada cierto tiempo, las generaciones vuelven a un mismo punto pero en otra realidad. Es como una espiral, que toma aspectos similares en realidades distintas.
Los dejo con la promesa de transcribir algunos textos de esa Asamblea del año 27.