Encuentro Protagonistas 2030 Desafíos de Futuro
Encuentro Protagonistas 2030 Desafíos de Futuro
Tuve
el gran regalo de asistir al Encuentro Protagonistas 2030 Desafíos de Futuro,
auspiciado por El Mercurio. Dije gran regalo porque fue una gran oportunidad de
alimentarse con cada plato que se ofrecía.
Como
en una buena comida, existían tres opciones para cada momento, por lo que al
revisar el “menú” anticipadamente tenía alguna claridad de mis posibles
elecciones, aunque al llegar cambié una de ellas. No puedo dejar de mencionar
la gran cantidad de comensales presentes, y que se veían con gran apetito para
aprovechar cada una de las ofertas que se entregaban.
Para
el “aperitivo”, de los tres que se ofrecían, elegí “La creatividad en la
investigación: pensar fuera de la caja”, implementada por 5 doctores de
distintas áreas del conocimiento: Física, Arte, Historia, Química y Astrofísica,
todos ellos de la U, Autónoma. Fue un plato ágil, ya que la modalidad utilizada
fue una mezcla del stand up comedy con la ilustración, resaltando la juventud,
inteligencia, capacidad histriónica, contenido relevante, comentarios
anecdóticos junto a fundamentos rigurosos… Realmente abrían el apetito con esa
frescura y calidad de los ingredientes, unido a un “emplatado” realmente
fenomenal. Era como para decir: no hay necesidad de más comida, podríamos quedarnos
sólo con el aperitivo.
Pero
no, como en una buena comida que se precie de tal, quedaba todavía mucho por
probar.
Para
la “entrada”, de los tres platos existentes, quise probar “Futuro de la
humanidad sin mirar el espacio”, de la U. Católica de Valparaíso, cuya
intención era mostrarnos que nuestro planeta posee muchas potencialidades y a
la vez mucho por descubrir, y que junto con mirar el espacio también es
conveniente mirar más profundamente nuestro planeta. Un plato un poco
pretencioso en su intención, con mucha calidad en sus propuestas, calidad en el
trabajo realizado, y con una debilidad (como diría un chef más crítico): “la
decoración y la presentación, está un poco débil”. A esa hora, 16:30, este
detalle puede ser complejo.
En
el plato de fondo, tuve algunas dudas gastronómicas, sin embargo al final opté
por “Educación del futuro: aprender a leer de manera inclusiva”, presentado por
el profesor Ricardo Rosas de la U. Católica (CEDETi), el cual presentó tres
programas orientados a eliminar las barreras de aprendizaje de alumnos en
situación de minorías como: sordera o ceguera. A la vez, un programa para
facilitar el aprendizaje del Mapudungun. Realmente, creo que este plato, sí
tuvo la calidad tanto en su contenido, en la calidad de los ingredientes, en la
relevancia de la propuesta, y en el ya mencionado, emplatado. Era lo que se
esperaba de un plato de fondo de calidad. Aquí le doy una estrella “Michelin”.
Finalmente,
venía el postre y dada la calidad de lo vivido, no quería irme sin probar algo
que fuese en la línea de lo vivido, así que opté por “Tomando conciencia sobre
la conciencia”, preparado por CONICYT. En algunos momentos el Doctor en
Genética acaparó la conversación y sus aportes eran como para continuar solo
con él, sin embargo el Doctor en Filosofía, pudo entrar al debate aportando
conceptos, argumentos y propuestas que mostraban que en este tema, aunque ha
habido muchos avances aún queda mucho por descubrir. En este postre, siendo cada
uno de los ingredientes de gran calidad, le faltó una adecuada unidad que le
diese el toque magistral para el término de esta gran cena.
Como
toda cena que se precie, no pueden faltar los “acompañamientos, y aquí quisiera
destacar la presencia de la USACH, quienes en su stand presentaron cuatro
investigaciones muy interesantes y con muchas personas escuchando lo que habían
realizado, el por qué y sus proyecciones. Muy interesante. Otro stand que se
destacó fue el de INACAP, quienes presentaban una impresora 3D creada por
ellos, explicando el proceso de recolección de tapas de bebidas, la
trituración, la elaboración de las fibras de plástico y la elaboración de
productos a través de la impresora. Una gran cantidad de estudiantes los
rodeaba una y otra vez, ávidos por entender lo que estaban presentando.
La
experiencia de este tipo de eventos y la gran cantidad de asistentes, habla con
fuerza que son muchas las personas que desean, anhelan y concurren cuando hay
personas que con sencillez y profundidad ponen a disposición sus conocimientos,
investigaciones, experiencias.
Sí
me quedé con las ganas de que este tipo de eventos pudiese realizarse en cada
región de nuestro país, ya que hay muchas personas que anhelan conectarse con
el conocimiento y crecer en este sentido. Desgraciadamente Santiago es Chile, y
sobre todo en este tipo de eventos se nota demasiado.
Esperaré
muy atento a una próxima comida de “conocimiento”.