jueves, agosto 30, 2018

Encuentro Protagonistas 2030 Desafíos de Futuro

Encuentro Protagonistas 2030 Desafíos de Futuro

Tuve el gran regalo de asistir al Encuentro Protagonistas 2030 Desafíos de Futuro, auspiciado por El Mercurio. Dije gran regalo porque fue una gran oportunidad de alimentarse con cada plato que se ofrecía.

Como en una buena comida, existían tres opciones para cada momento, por lo que al revisar el “menú” anticipadamente tenía alguna claridad de mis posibles elecciones, aunque al llegar cambié una de ellas. No puedo dejar de mencionar la gran cantidad de comensales presentes, y que se veían con gran apetito para aprovechar cada una de las ofertas que se entregaban.

Para el “aperitivo”, de los tres que se ofrecían, elegí “La creatividad en la investigación: pensar fuera de la caja”, implementada por 5 doctores de distintas áreas del conocimiento: Física, Arte, Historia, Química y Astrofísica, todos ellos de la U, Autónoma. Fue un plato ágil, ya que la modalidad utilizada fue una mezcla del stand up comedy con la ilustración, resaltando la juventud, inteligencia, capacidad histriónica, contenido relevante, comentarios anecdóticos junto a fundamentos rigurosos… Realmente abrían el apetito con esa frescura y calidad de los ingredientes, unido a un “emplatado” realmente fenomenal. Era como para decir: no hay necesidad de más comida, podríamos quedarnos sólo con el aperitivo.

Pero no, como en una buena comida que se precie de tal, quedaba todavía mucho por probar.

Para la “entrada”, de los tres platos existentes, quise probar “Futuro de la humanidad sin mirar el espacio”, de la U. Católica de Valparaíso, cuya intención era mostrarnos que nuestro planeta posee muchas potencialidades y a la vez mucho por descubrir, y que junto con mirar el espacio también es conveniente mirar más profundamente nuestro planeta. Un plato un poco pretencioso en su intención, con mucha calidad en sus propuestas, calidad en el trabajo realizado, y con una debilidad (como diría un chef más crítico): “la decoración y la presentación, está un poco débil”. A esa hora, 16:30, este detalle puede ser complejo.

En el plato de fondo, tuve algunas dudas gastronómicas, sin embargo al final opté por “Educación del futuro: aprender a leer de manera inclusiva”, presentado por el profesor Ricardo Rosas de la U. Católica (CEDETi), el cual presentó tres programas orientados a eliminar las barreras de aprendizaje de alumnos en situación de minorías como: sordera o ceguera. A la vez, un programa para facilitar el aprendizaje del Mapudungun. Realmente, creo que este plato, sí tuvo la calidad tanto en su contenido, en la calidad de los ingredientes, en la relevancia de la propuesta, y en el ya mencionado, emplatado. Era lo que se esperaba de un plato de fondo de calidad. Aquí le doy una estrella “Michelin”.

Finalmente, venía el postre y dada la calidad de lo vivido, no quería irme sin probar algo que fuese en la línea de lo vivido, así que opté por “Tomando conciencia sobre la conciencia”, preparado por CONICYT. En algunos momentos el Doctor en Genética acaparó la conversación y sus aportes eran como para continuar solo con él, sin embargo el Doctor en Filosofía, pudo entrar al debate aportando conceptos, argumentos y propuestas que mostraban que en este tema, aunque ha habido muchos avances aún queda mucho por descubrir. En este postre, siendo cada uno de los ingredientes de gran calidad, le faltó una adecuada unidad que le diese el toque magistral para el término de esta gran cena.

Como toda cena que se precie, no pueden faltar los “acompañamientos, y aquí quisiera destacar la presencia de la USACH, quienes en su stand presentaron cuatro investigaciones muy interesantes y con muchas personas escuchando lo que habían realizado, el por qué y sus proyecciones. Muy interesante. Otro stand que se destacó fue el de INACAP, quienes presentaban una impresora 3D creada por ellos, explicando el proceso de recolección de tapas de bebidas, la trituración, la elaboración de las fibras de plástico y la elaboración de productos a través de la impresora. Una gran cantidad de estudiantes los rodeaba una y otra vez, ávidos por entender lo que estaban presentando.

La experiencia de este tipo de eventos y la gran cantidad de asistentes, habla con fuerza que son muchas las personas que desean, anhelan y concurren cuando hay personas que con sencillez y profundidad ponen a disposición sus conocimientos, investigaciones, experiencias.

Sí me quedé con las ganas de que este tipo de eventos pudiese realizarse en cada región de nuestro país, ya que hay muchas personas que anhelan conectarse con el conocimiento y crecer en este sentido. Desgraciadamente Santiago es Chile, y sobre todo en este tipo de eventos se nota demasiado.

Esperaré muy atento a una próxima comida de “conocimiento”.