Tratamos de cambiar, pero seguimos en lo mismo... 2da parte
3. Un
buen porcentaje de las investigaciones que he presenciado en distintos eventos, en estos últimos meses, son “diagnósticos” y una menor cantidad son “intervenciones” que buscan cambios en la
sala de clases; así mismo, no deja de ser preocupante que la mayoría de los “investigadores” o “equipos de investigación”, trabajan en “su” tema y con poco
conocimiento de otras investigaciones con las cuales se podrían complementar e incluso
potenciar. Como me decía un Doctor en Educación, “el problema está que estamos
compitiendo entre nosotros por los Fondecyt, Fondef, y otros fondos
concursables”.
Una gran cantidad de las investigaciones presentadas, se interesan más en presentar su resultados, que si aportan algo en la realidad de las salas de clases, a la realidad de los profesores en el día a día.
Mucho
se habla de que los establecimientos educacionales deben trabajar en red, sin
embargo, las universidades a nivel concreto, tienen una gran tarea por delante
para aumentar la sinergia en las investigaciones que están realizando. Y esto,
tanto al interior de cada universidad como entre ellas. Hay un gran riqueza en
el trabajo que se está realizado y que es importante llegue más a la sala de
clases.
En
este panorama, me encontré con algunos eventos en que sí invitaron a
investigadores de otras universidades a sus presentaciones, lo cual ya es punto
positivo del cual continuar diálogos en pro de nuestra educación chilena.
Una
excelente profesora y Doctora en Educación, me decía: “yo decidí ir a las escuelas
y cambiar las cosas, porque me aburrí de esperar que desde las autoridades o
las investigaciones lleguen los cambios”. Y no deja de ser interesante esta
postura, ya que su trabajo con profesores de varios liceos está llevando a que
otros establecimientos educacionales estén interesados por lo que están
realizando y por los resultados que se están logrando. Hay que trabajar más en
los llamados “casos pre claros” y que sean realmente un aporte a los profesores
que se desempeñan en todas las realidades escolares del país.
4. Poca o
muy baja presencia de autoridades a nivel educacional del país, conociendo o
interesándose por lo que se está trabajando o aportando desde lo que están
realizando. Incluso, el discurso que presentan, está disociado, separado de la
realidad de los establecimientos educacionales y de las investigaciones que se
están realizando a nivel de las universidades.
Por
otra parte, hay una disociación entre estas investigaciones y la formación de
los docentes en ejercicio. Esta tarea la realizan más que nada “Organismos
Técnicos de Capacitación” o grandes “Editoriales”, que tampoco tienen mucha
relación con las investigaciones que las universidades están realizando, pero
tratan temas que hoy a los profesores le hacen sentido.
El
Mineduc, la Superintendencia de Educación, la Agencia de Calidad de la
Educación y el Consejo Nacional de Educación, se perciben como instituciones
con líneas diferentes y muy poco complementarias. A nivel de sensación general,
queda la impresión que el Mineduc no hace su labor, sin darnos cuentas que el
sistema educacional quedó fuertemente atomizado con todas estas
superestructuras que rigen nuestro sistema educativo nacional. Me llama mucho
la atención que no existe una forma o estructura que ayude a una coordinación
más efectiva en pos de la calidad de la educación de nuestros estudiantes en
Chile.
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