sábado, marzo 06, 2010

Cuidemos a nuestros profesores: también vivimos este terremoto

Ya se comienza a escuchar por muchos lados, lo que los profesores deberán realizar cuando los niños vuelvan a la Escuela, Liceo o Colegio. El cómo deben acoger a sus alumnos, cómo contenerlos, cómo apoyarlos, etcétera. ¿Pero quién se preocupa de ayudarlos a asumir lo vivido? También somos seres humanos y de alguna u otra forma nos afectó esta situación y es importante el procesarla.

El lunes ya nos reuníamos en el colegio (Santa Cruz de Chicureo) el equipo Directivo para saber cómo estábamos, revisar el colegio, y saber de los Auxiliares, Administrativos y Profesores. Estábamos sin electricidad, sin agua, sin comunicación y lo primero que hubo que hacer fue ordenar nuestras oficinas.

Ir de inmediato en ayuda de algunos que estaban en situación más difícil, para estar con ellos, realizar un catastro y comenzar a canalizar algunas ayudas, ya que gracias a Dios el colegio tenía problemas muy menores.

Ya el martes comenzamos a ordenarnos más y compartir el qué había que hacer, surgiendo de uno de los integrantes el: Necesitamos levantarnos, necesitamos rehacernos, necesitamos reencontrarnos. Las objeciones normalmente son las primeras respuestas a las iniciativas: pero… si es ilegal traer a los profesores, ya que no están las condiciones mínimas para funcionar. ¡No!, ¡la idea es vernos, compartir lo sucedido, salir de la noticia negativa y comenzar a reconstruir. No sabemos de muchos profesores, de cómo están, de qué están sintiendo, de su realidad, y estamos incomunicados telefónicamente!

El miércoles preparamos la segunda vuelta con una actividad en la Capilla y posteriormente en cada Ciclo. La idea fundamental: ponernos de pié y reencontrarnos, a la vez de visualizar los problemas que pudiesen existir para apoyarlos. Paralelamente, trabajar con nuestros alumnos mayores en una campaña por Tirúa, lugar al cual nuestros alumnos realizan trabajos de invierno y que quedó en el suelo literalmente.

Pintar los carteles para motivar estas acciones, sirvió para sacar y sanar tensiones vividas.

Ya este jueves, al terminar la reunión con los profesores, como Equipo Directivo conversamos sobre lo vivido y recogimos las gracias de muchos profesores por poder salir del peso de cada situación y ver que había varios que necesitaban un apoyo especial. De inmediato las Psicólogas se pusieron en acción para preparar un programa para aquellos profesores y profesoras que más lo necesitaban y acciones para contener a todos en general. Ya estábamos preparando acciones para el personal, tanto en lo práctico, en lo espiritual, pero también había que incorporar lo psicológico, también estábamos trabajando en cómo recibir adecuadamente a nuestros alumnos y alumnas y preparar a los profesores para esto; también en cómo apoyar a los papás en el trabajo con sus hijos…

Fue en ese momento, cuando uno (más bien una) del equipo Directivo planteó: Bueno y ¿cómo estamos viviendo esta situación nosotros? Nosotros tenemos que contener a todo el resto, pero ¿cómo estamos en lo personal?

Fue un hermoso momento de compartir desde los miedos, temores hasta las preocupaciones más simples: lo difícil que es estar sin agua y sin electricidad, pero la importancia de volver a lo sencillo a lo fundamental. La importancia de no sentirnos culpables por no vivir el dolor que otros viven y asumir el pequeño dolor de bañarse con agua fría o con un vaso de agua, para estar esos días juntos levantando el colegio. Aprendimos que si le echábamos un poco de detergente al agua que iba a la taza del excusado, todo bajaba con más rapidez… y se ocupaba menos agua. Nos reímos y compartimos nuestros temores, angustias y anhelos.

Porque hay muchos que están mal,
nosotros tenemos que preocuparnos de estar bien
y para esto debemos apoyarnos mutuamente.
Somos una red y dependemos unos de otros.

Ayer me llamaba una Supervisora del MINEDUC, para preguntarme sobre el estado del colegio y del personal y le comenté lo que estábamos realizando con los profesores. Me manifestó que de lo que ella había recogido, una de las mayores necesidades era la de apoyar a los profesores en lo personal, por sus miedos, temores y preocupaciones.

El cómo enseñar a enfrentar una situación como la vivida, no es solo responsabilidad de las Escuelas, Liceos y Colegios, también es de la familia, los Medios de Comunicación, las organizaciones civiles y estatales, en definitiva: de toda la sociedad.

Una tarea importante es no sobre exigir a los profesores de compromisos o tareas que nosotros mismos tenemos que comenzar a asumir y compartir esta tarea entre todos. No niego ni quito responsabilidad a la tarea de las instituciones escolares, pero es una tarea que debemos realizar en conjunto y no traspasarla a otros que también son humanos y viven con dolor esta realidad.