domingo, mayo 03, 2009

Recordando a Don Raúl Silva Henríquez

Cómo no recordar en esta época sus palabras tan significativas y proféticas y que tanto han impactado a la Iglesia Chilena.

Fue una tarde de hace una buena cantidad de años, cuando Lucho Zamora me djo que quería hablar urgente conmigo. Él era de los mayores en la Juventud Masculina de Schoenstatt y me pregunté qué había hecho para que me llamara a conversar. Pocas palabras (como es Lucho) y me dijo que él dejaba el Consejo de Pastoral del Cardenal y que veía que yo lo podía reemplazar.

¿Yo? ¿Y qué haría allí? Y así llegué a estar en un consjo que se habñia creado a raíz del Sínodo de la Iglesia de Santiago y del cual habían representantes de distintos ámbitos. Fue una de mis primeras experiencias de estar al lado de un gran hombre, de un gran sacerdote y Pastor. ¡Cuántas incomprensiones debió soportar por el nombre de Jesús! Recuerdo cuando nos preguntó qué debía hacer, ya que había sido invitado por la CUT al 1ro de mayo y a la vez tenía un matrimono de una sobrina en Talca.

El ministro Tohá le había ofrecido un helicóptero para que pudiese asistir a ambos eventos (Recordemos que en aquella época las carreteras eran un poco cmplejas y lentas). Después de mucho debatir, él tomo la decisión: no iría al matrimonio de su sobrina, porque no podía aceptar un compromiso con el gobierno, pero sí era muy importante estar con los trabajadores y aceptar su invitación.

Algunos diarios después escribieron tantas infamias y nunca supieron el trasfondo de esa decisión.

Don Raúl aun está en el corazón de Chile.