sábado, enero 06, 2007

Y así fueron mis comienzos...

Era octubre o noviembre de 1972 y a algunos osados universitarios estudiantes de pedagogía, pertenecientes al movimiento de Schoenstatt, se nos ocurrió la idea de realizar un Encuentro de Profesores y Estudiantes de pedagogía schoenstattianos a nivel nacional.
Jorge Galaz, Bernardita Carvajal y el susodicho nos pusimos manos a la obra. Invitamos a Ernesto Livacic, Beatriz Ávalos, Paul Siegel y nuestro inspirador el P. Rafael Fernández. Hubo que organizar alojamientos, comidas, viajes, etcétera. Hoy a la distancia, me asombra la osadía y el resultado obtenido. Fue una gran convocatoria y dos días de gran trabajo.

Como estudiaba en la Chile (en el glorioso pedagógico), no conocía a Paul ni a Beatriz, ya que ellos trabajaban en la UC. Al término de este evento, me acerqué a Paul y le dije que me interesaba conocer lo que él hacía y de qué se trataba eso de "curriculum". En la U. de Chile, estudiabamos primero Filosofía y después Pedagogía, por lo que aun no tomaba ningún ramo en esta línea.
Paul, me invitó para Enero, justo después de año nuevo, ya que comenzaba un curso para Profesores que estaban trabajando mas no tenían su título y tenían que regularizar su situación.
El día 2 o 3 de enero llegué a las aulas del Campus Oriente, buscando la sala v5. Allí se estaban congregando un grupo de profesores, me acerqué a Paul para decirle que allí estaba y procedí a sentarme en la última fila de la sala para escucharlo... Saludó, preguntó a cada uno de donde venía, qué esperaba, y comenzó a hablar del tema de curriculum. Yo escuchaba con mucha atención, ya que todo eso era nuevo para mí.
Al rato, planteó al curso que trabajarían en dos grupos y dio las instrucciones del caso: "Y para este trabajo, este grupo estará conmigo y el otro con Rafael". Casi me caí de la silla: yo iba a escuchar, a aprender y nunca había hecho clases ni sabía nada de lo que se estaba diciendo. ¡Paul! ¿Qué voy a hacer?!! "Tú has estudiado filosofía, has trabajado con muchachos, tienes la base!". ¡No podía irme, no podía arrancar, tenía que hacerme cargo de mi grupo y ya me miraban para partir a trabajar!
Ese día y los siguientes lo pasé corriendo, entre mirar a Paul para ver qué hacía y correr a mi grupo para repetir casi lo mismo... Entre una clase y otra, tenía que estudiar los textos que Paul entregaría en la sesión siguiente, para por lo menos tener un conocimiento previo y no hacer tanto el loco. Parece que mi grupo nunca se enteró lo "novato" que era, o por lo menos nunca me lo hicieron saber y sí me dieron las gracias por mi apoyo. ¡Si hubiesen sabido con quién estaban trabajando!!!!
Incluso Paul me agradeció mi ayuda y me invitó a ser su ayudante para el curso normal que comenzaba en marzo de ese año 1973. ¡Paul, yo soy de la Universidad de Chile y esta es la Universidad Católica! "Te espero en marzo", fue su lacónica respuesta y me pasó uno o dos libros para estudiar.
Sobreviví, y en marzo estaba golpeando la puerta de su oficina para comenzar como ayudante de él, en la cátedra de Curriculum... en la PUC y ya inscrito en mis primeros ramos de pedagogía en la U. de Chile...